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¿Cómo hacer el torneado entre centros?

El torneado entre centros permite el mecanizado de piezas que requieren gran precisión. Para poder realizar este tipo de trabajo es importante seguir una serie de recomendaciones y pasos estrictos, así como el uso de herramientas adecuadas y un operario experto en el manejo de esta técnica de torneado.

Características del torneado entre centros

Para poder hacer el torneado entre centros o torneado de centros, es necesario colocar la pieza entre los puntos del centro de la máquina herramienta, en este caso, el torno. En uno de estos se coloca sobre el husillo principal (llamados centro fijo y cono reductor); el otro debe montarse sobre el husillo del cabezal móvil y puede ser de centro fijo o giratorio.

Los centros fijos son accesorios del torno que están endurecidos con superficies de montaje y que pertenecen a un cono morse. El otro extremo está terminado en un cono de 60 grados con vértice agudo.

¿Cuándo se utiliza el torneado entre centros? Este tipo de mecanizado es posible emplearlo para el mecanizado de piezas largas que suelen doblarse o deformarse, producir vibraciones sobre el área de mecanizado y que tienen la posibilidad de perder la sujeción. Es decir, un torneado entre centros aporta mayor estabilidad cuando se quieren mecanizar piezas de características particulares; por ejemplo, cuando se utilizan metales blandos o piezas de dimensiones que, por su propio tamaño, podrían deformarse.

Ventajas y desventajas del torneado de centros

¿Por qué los talleres de mecanizado recurren al torneado entre centros? Esta técnica permite trabajar piezas en serie y siempre en su parte exterior. Además, el montaje de la pieza a mecanizar es rápido y muy seguro, lo que supone un beneficio para los operarios. Es importante destacar que el objetivo principal de este sistema es poder realizar el mecanizado de conos largos cuyo ángulo no sea muy pronunciado, debido a que el rango de desplazamiento del cabezal de la máquina no es amplio.

Los resultados, si la técnica se domina, son conos rectilíneos perfectos. Es por eso que este método es el más utilizado por su seguridad y, por supuesto, por los magníficos resultados obtenidos. Sin embargo, este proceso tiene el inconveniente de producir conicidades no deseadas cuando existe una preparación deficiente del cabezal móvil. Por otra parte, cuando se utilizan fijos en el cabezal móvil, la parte de la herramienta de corte que roza a la pieza, así como la superficie de la misma, deberán estar lubricados. Cuando se pierde la lubricación de la pieza y la herramienta, los centros se deforman.

Para poder trabajar esta técnica con éxito es importante evitar la acumulación de la temperatura sobre la pieza. Cuando la pieza se sobrecalienta, la dilatación de la misma ocasionada por el calor puede apretar el ajuste entre los centros.

Una de las limitaciones de esta técnica, como ya adelantamos, es que solo permite hacer el mecanizado exterior de las piezas. Además, este tipo de mecanizado desvía el eje de simetría del torno, lo que ocasiona que se pierda un porcentaje de resistencia de la pieza durante el mecanizado.

Etapas del mecanizado entre centros

Esta técnica que, como su nombre indica, solo puede realizarse en los tornos, puede dividirse en dos partes o etapas. En la primera fase deberá llevarse a cabo la preparación de la pieza, esto es, construir centros de apoyo en la misma. Para poder completar esta parte del mecanizado es indispensable que las longitudes totales de la pieza ya estén dadas.

Una vez que la pieza se ha preparado, es momento de poner el torno a punto. Aquí será necesario establecer el centro fijo, el giratorio, el cono reductor, el plato de arrastre y la boquilla reductora de la máquina. Una vez que estas etapas se han cumplido, es posible accionar la máquina y comenzar el mecanizado. La secuencia es mecánica y consiste en unos sencillos pasos:

  • Montar la brida en la pieza a mecanizar.
  • Colocar el plato de arrastre y el centro fijo. El centro fijo deberá contar con el cono y el centro giratorio.
  • Montar la pieza en la máquina.
  • Verificar que el ajuste entre los centros sea adecuado.
  • Corroborar el giro manual, así como el funcionamiento del montaje.
  • Verificar los márgenes de seguridad.
  • Activar la máquina y comenzar el proceso de mecanizado.

Como recomendaciones generales a este tipo de trabajo, es aconsejable verificar que la brida quede lo más cerca posible del plato y que cuente con un movimiento libre y no limitado. También deberá prestarse atención a la velocidad, pues aunque la de corte es normal, es posible que presente variables que ocasionen que esta se reduzca.

Por último, para el torneado entre centros lo más aconsejable es dejarlo en manos de un tornero experto. Aunque la técnica es sencilla y fácil, requiere de la destreza del operario para aplicar la velocidad adecuada.