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¿En qué consiste la técnica del avellanado?

avellanado

En el tratado de piezas y trabajo de materiales, las tareas de atornillado o taladrado son muy conocidas y prácticamente todo el mundo las ha puesto en práctica alguna vez (aunque sea en el ámbito del bricolaje). Ya sea para colgar un cuadro o un espejo o para ensamblar las piezas de algún mueble, incluso los más novatos e inexpertos lo han llevado a cabo sin problema. Pero existen otras técnicas más complejas, como es el caso del avellanado.

El avellanado es un tipo de técnica que tiene distintos usos. Su proceso es intermedio entre las técnicas de taladrado y atornillado. Se usa mediante el desarrollo de ensambles para alisar las hendiduras y realizar un rebaje cónico en los agujeros. Es decir, se usa para embutir la cabeza de los tornillos y que estas queden a ras de la superficie trabajada.

La técnica del avellanado se puede realizar tanto en metales como en maderas. En ambos casos es un proceso que realizamos después del taladrado y antes del atornillado. Muchos tornillos tienen acabados en forma de cono, por lo que es fácil que su extremo superior no llegue a encajar en la superficie que se está trabajando. El avellanado está para solucionar esta clase de problemas e imperfecciones.

Mediante este proceso se logra un mejor acabado y una superficie totalmente lisa, a pesar de que haya presencia de tornillos o clavos. Puede parecer que el avellanado solo responde a una cuestión estética, pero no es así. Con el avellanado, se distribuye mejor la presión del tornillo sobre la superficie, evitando así la formación de grietas a corto y largo plazo.

Para llevar a cabo cualquier proceso de avellanado es necesario contar con material especializado. En el caso de la madera podemos hacerlo manualmente, pero siempre es mejor contar con un taladro multifuncional que cuente con las prestaciones específicas para realizar la técnica del avellanado.

A continuación, conocerás los distintos tipos de avellanado y cómo llevarlos a cabo paso a paso.

Tipos de avellanado

Hay distintos tipos de avellanado. Aunque el propósito de cada uno de ellos es similar, difieren en el material de la superficie de uso. Como ya has visto, esta técnica se aplica en maderas y metales, por lo que hay avellanados definidos para cada material.

Avellanador cónico

Este tipo de avellanado funciona de forma parecida a una broca de taladro. Es decir, realiza un movimiento rotatorio cortante. Sin embargo, trabaja a menos revoluciones que un taladro, ya que su propósito no es perforar sino sacar pequeñas virutas.

Sirve para quitar las rebabas que surgen cuando se perfora una superficie en la que se ensamblará un objeto de geometría similar. El avellanado cónico puede usarse tanto en metal como en madera, y hay modelos específicos para cada superficie.

Avellanador plano

Es avellanado es muy útil para piezas de tornillo planas, es decir, que su extremo superior no tiene forma cónica. Realiza cortes perpendiculares al eje de la herramienta y con ello se obtiene la forma deseada en el hueco perforado.

Generalmente el avellanador plano se usa en metales y aluminios de distinto tipo, y sirve para ensamblar todo tipo de pernos y tuercas.

Avellanador cilíndrico

Se le conoce también como contrataladro. Sirve tanto para madera como metal y también realiza el avellanado en ángulo recto al eje de la herramienta. En metales, puede suavizar el acabado desigual que deja una broca de taladro.

Uno de sus usos más comunes es el de arreglar los calibres en las armas de fuego.

El proceso de avellanado paso a paso

Para llevar a cabo la técnica del avellanado es importante contar con buenas herramientas y las aptitudes básicas en trabajos con este tipo de herramientas. Si no has atornillado o taladrado nunca, no es recomendable que empieces con un avellanado. El procedimiento para una pieza de madera es el siguiente:

  1. En primer lugar se recomienda hacer una pequeña perforación con una broca de taladro fina, para que luego sea más fácil introducir la pieza en cuestión.
  2. Antes de introducir el tornillo, conviene tener claro qué tipo de perno se utilizará y cuáles son sus dimensiones. De igual manera que hay varios tipos de tornillos, también hay distintos tamaños de avellanado.
  3. El siguiente paso ya es efectuar el avellanado, ya sea manual o con taladradora. Los hay que se usan después de la perforación. Pero también los hay que permiten introducir la broca en su centro, lo que hace que el proceso sea aún más cómodo y preciso.
  4. Finalmente se introduce el tornillo, bien con un destornillador o con un taladro. Podrás observar que la pieza queda perfectamente ensamblada y sin rebajes. A medida que vayas haciendo más trabajos de avellanado, el resultado final será mucho mejor.